Esta temporada, muchos de nuestros jugadores han sufrido una lesión que les ha apartado del terreno de juego por un tiempo. Por desgracia, los protagonistas han sido demasiados aunque recordamos a algunos de los últimos que han pasado por la peor situación a la que se puede enfrentar un futbolista: Germán con fisura de peroné; Ramón por fractura de tabique nasal; Enrique Rocamora, con una fractura de radio y cubito; Lucas Molina, con una fractura de brazo; Raúl López, fractura de clavícula, Arturo Rodríguez está por determinar alguna rotura en el ligamento cruzado anterior; Adrián Caro con una inflamación en el soleo... y podríamos seguir así muchas más líneas. También aprovechamos para dar un abrazo fuerte al jugador Nico Ballester, que está de baja tras una complicada operación de apéndice.
En primer lugar, queremos ofrecer todo la fuerza y el apoyo a los jugadores que han sufrido una lesión y a los que están recuperándose de ella. En ocasiones, los golpes son como algunos accidentes, inevitables e imprevisibles pero la mayoría de casos se pueden evitar. Tras observar el elevado número de bajas a causa de dolencias de este tipo en lo que llevamos de temporada, hemos decidido elaborar un artículo donde informar de las causas de las lesiones en el Fútbol Base y lo más importante, cómo prevenirlas.
El fútbol es un deporte de contacto y la probabilidad de traumatismos, torceduras, luxaciones, fracturas, roturas, etc., es muy elevada. Sin embargo, hay que tener presente que para jugar mejor es tan importante entrenar como evitar herirse. Para lograrlo, cuando estás en el césped es fundamental saber cómo protegerse a uno mismo y a los demás.
A continuación, describimos brevemente algunas de las principales causas de lesión con el objetivo de que los jugadores y entrenadores las tengan en mente siempre:
- Entradas y caídas: ya sean con mucha o poca agresividad, son las causantes de lesionar a los futbolistas por traumatismos directos. Las caídas en despejes, saltos o derivadas de las propias entradas también pueden ser motivo de lesión por esguinces, fracturas o dislocaciones. Son unas de las causas más frecuentes en el fútbol.
- Frenadas bruscas: puede elevar mucho la presión intramuscular haciendo que el músculo no pueda soportarla y se lesione. Es el caso de algunas roturas fibrilares.
- Desequilibrios musculares: por el entrenamiento específico al que son sometidos, es muy común que los futbolistas desarrollen más unas fibras musculares que otras. En cualquier acción deportiva, se activan de distinta manera una gran cantidad de músculos. Unos se contraen (agonistas), realizando la mayor parte de la fuerza; otros se relajan, estirándose y acompañando al movimiento (antagonistas); y otros ayudan al agonista (sinergistas), contribuyendo en una mayor eficacia del gesto deportivo. Cuando existe mucha diferencia entre la musculatura agonista y la antagonista, esta última puede lesionarse al no poder soportar la fuerza de la primera. Se da mucho en jugadores entre cuádriceps e isquiotibiales, siendo estos últimos los menos desarrollados.
- Sobreentrenamiento: es una causa muy común en deportistas de todos los niveles. Al entrenar en exceso o competir demasiado, el futbolista no se recupera y la musculatura fatigada puede llegar a su límite.
- Superficies: los clubes de fútbol base están a años luz de disponer del mismo número y condiciones de los campos de entrenamiento que tienen los equipos de primera. La mayoría de las veces, la preparación se realiza en pavimentos duros o irregulares si no se dispone del principal terreno de entrenamiento por diversas razones. Jugando en estas superficies, se sufre molestias de diversa índole.
- La temperatura: entrenar con condiciones climatológicas idóneas es muy difícil, incluso para los clubes de primera división. El frío y el calor pueden ocasionar dolencias. El frío puede cortar el aporte sanguíneo que necesita el músculo (vasoconstricción) favoreciendo la lesión muscular, ya que este debe recibir sangre para oxigenarse y realizar las acciones. Sin embargo, con el calor, las lesiones pueden producirse por mareos por culpa de la deshidratación excesiva a causa de la sudoración.
Pero, ¿cómo puedes prevenir todas estas situaciones?
- Esperar siempre hasta que la recuperación sea completa. Una lesión mal curada supone un riesgo claro. Volver a jugar demasiado pronto conlleva un gran peligro: que el cuerpo aún no sea capaz de sobrellevar el estrés. Ningún partido es tan importante. Para tomar la decisión correcta, el futbolista debe trabajar codo con codo con su entrenador, médico y el fisioterapeuta del club.
- Utilizar el equipo de protección adecuado. Las espinilleras protegen la parte inferior de las piernas de posibles fracturas óseas durante el entrenamiento y los partidos. Deben ajustarse a cada persona en largura y en anchura para cubrir por completo toda la superficie. Tras una torcedura de tobillo, es preciso vendar la zona o colocar una tobillera para prevenir una recaída o un empeoramiento. La equipación de los arqueros debe estar acolchada para proteger caderas, codos y hombros (rodillas durante el entrenamiento). Además deben llevar guantes apropiados. Las Reglas del Juego velan por la salud de los futbolistas, dado que prohíben las acciones peligrosas susceptibles de causar lesiones graves, por ejemplo, lanzar un codazo en un duelo aéreo. Los árbitros impondrán rigurosas sanciones a los jugadores imprudentes que no practiquen el juego limpio.
- Efectuar ejercicios de protección con regularidad. El cuerpo tiene sus propios mecanismos de defensa ante las lesiones, que se pueden ejercitar para que el jugador sea más “resistente” a ellas. Los programas de prevención combinan ejercicios de manera estructurada que ayudan a fortalecer esta defensa natural. Pero incluso, el mejor programa resulta infructuoso si no se realiza regularmente. Lo ideal es incorporar un calentamiento completo para prevenir las lesiones a la rutina habitual de entrenamiento. Uno de los entrenamientos recomendados es los 11+.
Una vez dada esta información, ya solo queda cuidarse. Tanto si eres entrenador como jugador, cuando accedas al terreno de juego, no olvides estas pautas.
Fuente: Centro de Investigación y Evaluación Médica de la FIFA.
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